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  21 de noviembre de 2004
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Thanksgiving: Un momento para agradecer y pensar en aquellos que cada día ayudan a hacer a la Ciudad de Nueva York un poquito mejor

Por el alcalde Michael R. Bloomberg

El jueves es el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving, en inglés). Además de darnos una semana de trabajo reducida, por lo cual mucha gente “da gracias”, este es también un momento para que los neoyorquinos se detengan y piensen cuán afortunados somos. Agradezcamos especialmente porque vivimos en una ciudad de 8 millones de personas donde, cada día, nuestros vecinos muestran la profundidad y generosidad del espíritu humano.

La semana pasada ayudé a honrar a trabajadores del Depratamento de Sanidad Pública (DSNY, en inglés) de la Ciudad que habían hecho más que cumplir con su deber. Dos de ellos, Pedro Solla y Vernon Maynard, fueron premiados por correr desde un solar baldío que estaban limpiando para rescatar a personas de una casa en llamas en Harlem. Ellos son neoyorquinos comunes que realmente asumieron el reto y mostraron una compasión y valentía extraordinarias cuando más se necesitaba. Hay muchos neoyorquinos más que hacen el esfuerzo extra para cuidar al resto de nosotros.

Apenas en la semana pasada...

Estuvo Benjamin Adjepong, del Bronx, quien halló más de $6,000 en efectivo en la parte trasera de su taxi, pero no dudó en devolver el dinero...

Estuvo Susan Atlan, quien fue reconocida por sus vecinos por su labor de voluntaria en el Centro Médico St. Vincent's en Staten Island ― y cuando no estuvo ahí, estuvo ayudando en Meals on Wheels, y cuando no estuvo ahí... en la Sociedad Americana del Cáncer.

Estuvo Bob Beamon, el legendario campeón olímpico de Queens, que ahora se ha dedicado a ayudar a Nueva York a dar enormes saltos en nuestra propuesta para organizar los Juegos Olímpicos de Verano de 2012...

Y estuvo Saul Bruckner, quien creó la revolucionaria Escuela Secundaria Edward R. Murrow (HS) en Brooklyn ― que ha puesto a miles de jóvenes en vía hacia carreras exitosas ― y acaba de jubilarse tras 27 años como su director.

He hablado sobre seis neoyorquinos... pero podría decirles de seiscientos, o seis mil... quienes representan el carácter firme y el espíritu generoso que definen a nuestra ciudad.

Así que agradezcamos todos porque vivimos en una gran ciudad en una nación libre.

Una ciudad donde el departamento de policía sigue reduciendo la delincuencia a niveles históricos... donde nuestras calles están más limpias de lo que han estado en más de 30 años... donde nuestras escuelas están finalmente cambiando de rumbo y dando a nuestros niños la educación que necesitan y merecen... y donde nuestra economía está creciendo otra vez, con el desempleo en su nivel más bajo desde antes del 11-S. Comparado con el año pasado, casi 37,000 neoyorquinos más tienen empleo en el sector privado. Sé que eso significa mucho para ellos y sus familias, especialmente durante esta temporada festiva. Todos ellos son buenos motivos para dar gracias, y también para confiar en que los mejores días de Nueva York aún esta por venir.

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